martes, 14 de agosto de 2012

Ayuno: Cura del sirope de savia de arce y palma y zumo de limón


Curarse es una función interna natural del organismo humano, es decir,  el cuerpo sabe curarse a sí mismo dejándole actuar. Y uno de los medios más eficaces es el ayuno. Éste consiste en una terapia naturista milenaria en la cual el cuerpo aprovecha para liberarse de detritus, toxinas y grasas superfluas. Con el ayuno, el cuerpo y sus órganos se regeneran a la vez que se potencian las facultades mentales.

La cura mediante el ayuno surte especial efecto en los casos de desarreglos intestinales, procesos inflamatorios (gastritis, artritis, dermatitis, etc.), catarros, llagas y úlceras externas e internas, esclerosis, artrosis, neurastenias, eczemas y otras enfermedades de la piel, enfermedades de los riñones, del hígado, procesos tumorales benignos, etc.
Existen varias formas de llevar a cabo el ayuno. Una de ellas es la cura de savia y zumo de limón, limpieza depurativa cuyo fin principal es desintoxicar el cuerpo, disolviendo y eliminando las impurezas acumuladas. Consiste en hacer un ayuno completo durante al menos 7 a 10 días, ingiriendo sólo el preparado de sirope de savia (de arce y palma) y ningún otro alimento más, excepto infusiones y agua. No debe sobrepasar los 40 días de duración, ya que a partir de ese tiempo el cuerpo consume parte de sus propios tejidos, con los problemas de salud que conlleva.

Los ingredientes

El sirope de savia de arce proviene de los bosques del norte de América. El de grado C es el de mayor calidad por su alto contenido en minerales, entre los cuales destacan el calcio, hierro, zinc y manganeso. El sirope de savia de palma, procedente de palmas tropicales, complementa al sirope de arce por su contenido en sodio, potasio y magnesio.

La mezcla de ambos siropes asegura una perfecta combinación y aporte de minerales, vitaminas y aminoácidos indispensables para la salud. Además aportan azúcares naturales (glucosa y fructosa), fuente de energía inmediata para el cuerpo, en particular para el sistema nervioso y el cerebro.

El limón es importante por las vitaminas que ofrece, en particular la vitamina C. Posee además propiedades antibióticas naturales, favorece la absorción del hierro, la eliminación de los depósitos de grasas, mejora el estado de los vasos sanguíneos y la resistencia del organismo.

La pimienta cayena se recomienda porque ayuda a disolver las flemas y por aportar vitaminas del grupo B.

La cura va trabajando en diferentes etapas en el cuerpo:
  • En primer lugar, limpia, descongestiona y repara el tracto digestivo (lengua, boca, esófago, estómago, intestinos)
  • Posteriormente actúa sobre los principales órganos de eliminación, el hígado y los riñones
  • La pérdida de peso que se produce en esta cura es uno de los efectos directos de este proceso de depuración.
Cómo transcurre la cura:
  • Días 1 y 2. Bienestar general, posiblemente ligera sensación de hambre. Algunas personas padecen ligeros dolores de cabeza o mareos, que no suelen durar más de un día. A veces se nota ligera sensación de frío.
  • Días 3 al 5. En la mayoría de los casos, bienestar general. En personas sanas ninguna molestia. En personas con enfermedades o debilidad, aparecen síntomas (cefalea, náuseas, vómitos, mal aliento, orina cargada, diarrea, urticaria, etc.) que suelen agravarse de poco a mucho, pudiendo causar molestias por un día o dos, luego desaparecen. Cuanto más grave sea el trastorno, más fuertes serán las molestias.
  • Días 6 al 10. Gran bienestar general, raras veces sensación de hambre, sólo en algunos casos persisten las molestias, pero menos acentuadas. Plena capacidad de rendimiento, incremento del estado general de salud. La mayoría de la gente puede desempeñar sin problema su profesión o su trabajo diario.
El aspecto de la lengua es un buen indicador para dar por finalizado el ayuno. Al principio aparece cubierta por una capa blanquecina (saburra) que se vuelve amarilla pasados unos días. Más tarde aparecen manchas pardas (indicativo de la expulsión de toxinas y detritos). Lentamente la lengua se queda limpia y de color rosado una vez que el proceso de purificación ha terminado.

Normalmente 10 días son suficientes para una limpieza correcta del cuerpo, pero hay personas que pasado ese tiempo aún no han completado la limpieza (la lengua está blanquecino-amarillenta). En estos casos se pude continuar unos días más con el ayuno, o bien se repite el tratamiento pasado un tiempo. Para la próxima ocasión la saburra desaparecerá con mayor rapidez ya que el cuerpo tiene menos toxinas almacenadas.

En casos de gastritis agudas, se recomienda un reposo del aparato digestivo de al menos 48 horas. Para aliviar los dolores de estómago (en caso de gastritis crónica) y favorecer la recuperación de los tejidos gástricos es conveniente dejar en reposo absoluto el aparato digestivo, con lo cual se podrían realizar de 2 a 4 curas de ayuno, de 10-14 días de duración, a lo largo del año (1 ayuno por semestre, trimestral o cuatrimestralmente)


Consideraciones importantes
  • Esta cura no deben realizarla personas con diabetes ni aquellas en estado de depresión. Conviene gozar de tranquilidad emocional. Se pueden realizar las actividades cotidianas sin ningún problema. Tampoco es conveniente que la realizen personas con desordenes alimentarios (anorexia, bulimia, ...), personas con el sistema inmunológico muy bajo (cancer con metástasis, tuberculosis avanzada, etc...).
  • Evacuación intestinal suficiente: En caso de estreñimiento acudir a estimulantes naturales (purga con sal marina, enema, infusión laxante). Es muy importante evacuar todos los días
  • Suficiente ingestión de líquido: A lo largo del ayuno se beberán al menos 2 litros de preparado, pudiendo tomar también infusiones de plantas medicinales (menta, plantas relajantes, o laxantes, té rojo, té verde, etc.) y agua.
  • Paciencia: Si durante la cura aparecen síntomas o reacciones inesperadas, no interrumpir el proceso. Consultar a un profesional para conseguir una adecuada orientación. Estas reacciones suelen ser consecuencia de la expulsión de las toxinas internas.

Cómo finalizar la cura

La transición de la cura a una alimentación normal es muy importante. La tentación de comer inmediatamente y en cantidad suele ser fuerte, y esto acarrea consecuencias poco agradables. Después de ayunar es preciso acostumbrar poco a poco al cuerpo a su régimen habitual. Esto lleva 2 ó 3 días adicionales de transición a partir de los cuales el cuerpo estará dispuesto a asimilar todo tipo de alimento.
  • Durante el primer día beber zumo natural de naranja, infusiones de menta o hierba buena y caldo vegetal casero (3-4 tazas en total)
  • El segundo día se introducirán otras frutas (plátano, manzana, mandarinas, etc.) que se comerán enteras, además de tomar zumos, infusiones y caldo vegetal (medio litro)
  • El tercer día ya se puede comer pan integral, un caldo de verduras con arroz integral (tanto para almorzar como para cenar) o polenta. Beber agua e infusiones.
Pasados estos días de transición se pueden tomar otros alimentos. Se recomienda introducir polen durante el periodo de reconstitución ya que es uno de los complementos dietéticos más completos (vitaminas, minerales, aminoácidos, enzimas, etc.).

Conviene saber que tras la pérdida de peso (a veces considerable), el cuerpo necesita recuperar algunos kilos para sintetizar células que formarán tejidos nuevos. Es muy importante que el organismo cuente con materias primas (los alimentos) de buena calidad (desde el punto de vista nutricional). Por tanto, se recomienda evitar o disminuir el consumo de ciertos productos dañinos o muy poco saludables, sustituyéndolos por otros mucho más sanos y nutritivos.

Es un buen momento para aprovecha la oportunidad de romper el círculo vicioso de los malos hábitos alimenticios. Comer con mesura y despacio, masticando bien los alimentos.

Preparación de la bebida
  • 200 ml de sirope
  • 200 ml de zumo natural de limón (aprox. 1 vaso)
  • Completar con agua (si es mineral mejor) hasta llegar a 2 litros
  • 1/2 cucharilla rasa de pimienta cayena (opcional)
Tomar el preparado de sirope y las infusiones a sorbos, saboreándolos y ensalivándolos bien aunque sean líquidos.

Información extraída de:
  • La curación por el ayuno. Alexi Suvorin. Ed. Obelisco.
  • La cura de savia y zumo de limón. K.A. Beyer. Ed. Obelisco